“God Save the Queer”

Eduardo Infante

«En una sociedad puritana que practica la censura desde un sentimiento de superioridad moral, pensar diferente tiene un alto precio, y decir lo que piensas se paga bien caro. Y si no, que se lo pregunten a aquellos que cuestionan el neopuritanismo de la teoría queer»

Contenido de la edición 05.05.2022

 

«God Save the Queen» fue el himno del movimiento punk creado por del grupo Sex Pistols. El tema era un ataque directo contra la esencia misma de identidad británica: la monarquía, una institución medieval carente de sentido en el mundo moderno.

Los Pistols mostraron su indignación ante un poder que tildaron abiertamente de fascista; consideraron inmoral un sistema que, para mantenerse, arrastraba a las clases obreras a la pobreza. Cuestionaron abiertamente el sentimiento patriótico que se utilizaba para generar un pueblo estúpido capaz de entregar su vida en una guerra en defensa de los intereses de los poderosos.  La mayoría de los ingleses tenían sus esperanzas puestas en que la reina los salvaría de la terrible crisis que estaban sufriendo y soñaban con la gloria del imperio pasado; los Pistols, en cambio, denunciaban que era precisamente la reina quien los había dejado sin futuro. 

En una sociedad puritana que practica la censura desde un sentimiento de superioridad moral, pensar diferente tiene un alto precio, y decir lo que piensas se paga bien caro. Y si no, que se lo pregunten a aquellos que cuestionan el neopuritanismo de la teoría queer, como los autores del libro Nadie nace en un cuerpo equivocado. El libro de los profesores Errasti y Pérez Álvarez es una crítica a las teorías del generismo queer y a sus propias contradicciones, desde una posición científica que excluye los juicios morales para centrarse en el análisis de los hechos. Pero, aunque parecía claro que a la ciencia no se la refuta con opiniones, el pasado 7 de abril la UIB (Universitat de les Illes Balears, N. de la R.) censuró la presentación de esta obra tras las protestas de los colectivos LGTBI que la consideran «transfóbica y claramente patologizante» y señalaron que su sola programación en un espacio universitario «es una clara anomalía en los criterios que deberían regir la cesión de espacios públicos» ya que según los censores los discursos de odio o que atenten contra la libertad de género, como es el caso de esta conferencia son claramente sancionables y más en un entorno académico. 

La canción de los Pistols se convirtió en la más censurada de todos los tiempos. Todas las emisoras de radio, hasta las más independientes, se negaron a emitirla, y ningún medio quiso colaborar con la promoción. Los trabajadores de la empresa de discos se negaron a fabricar la portada que mostraba los ojos y la boca de la reina tapados con los nombres de la banda y de la canción. Los guardianes de la moral atacaron al cantante de los Pistols con un cuchillo y al bajista lo golpearon con una barra de hierro en la cabeza. Habían tenido la osadía de ofender y de herir los sentimientos de algunos que harían todo lo que estuviese en su mano para impedir que esa crítica se escuchase. 

Los Pistols pusieron en marcha su inteligencia pasa sortear la censura:   decidieron hacer coincidir el lanzamiento del disco con el Jubileo de Plata de Isabel II (los 25 años de la reina en el poder) y formar parte de la imponente celebración que se había organizado en honor de "su majestad", costeada por el pueblo a pesar de la terrible crisis económica que estaban sufriendo. La banda alquiló un barco llamado Queen Elizabeth y organizó un concierto en pleno río Támesis coincidiendo con la celebración del desfile real. El fiestón que montaron en la embarcación era una parodia del viaje en barco que iba a realizar la reina para festejar su día. La banda punk tocó Anarchy in the UK justo cuando pasaban frente a los edificios del parlamento; los invitados a la fiesta enloquecieron cantando la canción que el grupo tocó con una furia como nunca antes lo había hecho. Dos botes de la policía rodearon la embarcación y cortaron el sonido, pero el cantante de los Pistols siguió cantando verdades a capela en señal de rebeldía hasta que se le quebró la voz, mientras que el bajista se desnudó completamente cuando la policía comenzó con las detenciones. El resultado final fue que el sistema, intentando imponer su censura, consiguió el efecto contrario: hacerle a los Sex Pistols la campaña publicitaria más eficaz y escandalosa de la historia de la música. Así que ¡Larga vida a Nadie nace en un cuerpo equivocado!

 

EDUARDO INFANTE

Español, nacido en Huelva. Docente de Filosofía, escritor,

conferencista, asesor filosófico de programas televisivos 

 

Imagen de portada: Museo Ralli, Punta del Este (CONTRATAPA/dfp)


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2022-05-05T22:32:00