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Cinemateca Uruguaya anunció los estrenos de los largometrajes ALTER (Uruguay) y DIOS DEL PIANO (Israel), que irán desde este lunes 14.

También, el viernes 11 comenzó el ciclo de cine al aire libre, con la exhibición de "Guitarra Blanca", de Aldo Garay. El viernes 18 de noviembre se proyectará "Bosco", y el viernes 25 será el turno de "Benedetti, 60 años con Luz". Las funciones son en la explanada de la Cinemateca, con entrada gratuita.

 

ALTER

Uruguay, 2022

Dirección: Joaquín Gonzalez

Fotografía: Joaquín González Vaillant. Música: Joaquín González, Sebastián Herrera. Editor: Guillermo Madeiro. Producción: Joaquín González Vaillant, Agustina Chiarino, para Jabalina Films/Mutante Cine

Duración: 71 minutos

Sebastián es psicólogo, cantautor frustrado y tiene un talento natural para imitar a Luis Miguel. Tras ser despedido, decide probar suerte imitando al astro mexicano. Todo parece ir bien, pero la dificultad para alternar esta nueva faceta con sus aspiraciones de cantautor y las exigencias de su manager transforma el juego en una realidad difícil de sobrellevar.

Alguien ha definido al director Joaquín González Vaillant como un realizador audiovisual polifacético. Músico, máster en Cine Documental de Creación en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, fue uno de los colaboradores de la película documental A 60k estrenada en IDFA en 2014 y en salas de todo el país. Cantante y compositor, compuso su banda sonora y recibió el premio a Mejor Canción en el Festival Internacional de Música de Cine Fimucité. Escribió y dirigió el mediometraje Últimas palabras (2021, reconocido como mejor corto extranjero en FICCS 2021(Argentina), y el cortometraje documental Homo Celularis Metro (2018), que se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Miami. Acaba de lanzar su disco El principio de las nieves eternas. Alter es su primer largometraje.
La otra pata creativa de Alter es la productora Agustina Chiarino Voulminot, quien también trabajó en largometrajes como Gigante, El 5 de talleres, Las Olas, Hiroshima, 3, Tanta Agua, Locura al aire y Alelí, y ha sido coproductora de Historia del miedo, Mi amiga del parque, Benzinho, Las Herederas y Monos. Muchas de sus producciones han sido estrenadas en festivales como Cannes, Berlín, Venecia, San Sebastián, Sundance y Toronto obteniendo varios premios internacionales.

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DIOS DEL PIANO

Israel, 2019

Dirección: Itay Tal

Guión: Itay Tal. Fotografía: Meidan Arama. Música: Roie Shpigler, Hillel Teplitzki, Eran Zvirin. Elenco: Ron Bitterman, Andy Levi, Shimon Mimran, Alon Openheim , Naama Preis , Liora
Rivlin, Zeev Shimshoni.

Duración: 80 minutos

Para Anat, la música lo es todo. Al no lograr cumplir con las expectativas de su padre, pone todas sus esperanzas en su hijo que acaba de nacer. Cuando el niño nace sordo, Anat (Naama Preis, extraordinaria) acude a medidas extremas para convertirlo en el compositor que su padre siempre deseó que ella fuese.

La secuencia de apertura dice casi todo lo que necesitamos saber sobre Anat. Su fuente se rompe durante un concierto pero, en lugar de detenerse, mueve su zapato ligeramente fuera del líquido acumulado que anuncia el nacimiento inminente de su hijo y continúa
tocando. La escena que sigue es casi igual de reveladora. Mientras su padre y su hermano la llevan al hospital, hablan de la técnica del pianista cuya interpretación están escuchando en el coche. Solo como una ocurrencia tardía preguntan cómo está Anat mientras jadea por las contracciones que va sintiendo mientras viaja en el asiento trasero. La música lo es todo.
Pero cinco años más tarde, su (falso) hijo se muestra como una gran promesa del piano y
ya está preparándose para tocar en su primer espectáculo público. Anat, por su parte, no ha vuelto a su carrera de concertista. Oculta el temblor en sus manos de todos menos de su hijo y canaliza sus propias ambiciones hacia el niño. No son solo las manos temblorosas las que revelan su estrés. Preis siembra su actuación con revelaciones, como la forma en que Anat se toca la oreja cuando está inquieta, que insinúan la confusión debajo de su caparazón de autocontrol.
Al igual que Anat, el telón de fondo de la historia da una impresión superficial de refinada
moderación. La paleta de colores es tenue. Los tonos beige y gris pizarra son temas
recurrentes. Pero Tal revela en sutiles miradas y comentarios casuales la dinámica tóxica de una familia en la que los parientes más cercanos son también los más acérrimos rivales profesionales. Un finísimo debut en el cine dramático, una narración tan enigmática como cautivadora.

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