De la pulpería al comercio digital: el comercio minorista en el Uruguay

Alejandro Giménez Rodríguez

Contenido de la edición 15.11.2023

 

¿Quién en la escuela, en alguna fiesta de fin de cursos, no se vistió de aguatero, vendedor de velas, mazamorrera, escobero o lavandera? Aquel comercio ambulante del Montevideo colonial tenía en los regatones sus figuras más reconocidas, palabra que define al que compra mercadería al por mayor y la vende al por menor, de la que procede el verbo regatear, que no es más que la discusión del cliente con el vendedor por obtener el precio más bajo de un producto.

Las pulperías como primer centro comercial ... y social

"Los primeros comercios establecidos en el país" fueron las pulperías, cuyo nombre derivaría, al decir del médico rural Jorge Roberto Bouton, del pulque, bebida proveniente de la fermentación del maguey, muy conocida en México; o de la pulpa de carne vacuna, sobre todo en la región platense.

Además de ser centros de venta de azúcar, yerba, galletas, comestibles en general y ropa, eran sitio de recibo de la correspondencia que llegaba en las diligencias que surcaban los casi inexistentes caminos de la entonces Banda Oriental.

También eran lugar de reunión, en donde se apuraba una partida de naipes, las que algunas veces terminaban en peleas a facón; se consumían bebidas alcohólicas como el aguardiente de caña, grappa y ginebra; se escuchaba el canto acompañado de guitarra y se cerraban negocios, en general vinculados a las carreras, las tradicionales pencas criollas. El pulpero "tenía al dedillo vida y milagros del vecindario", según el ya citado Bouton, siendo además prestamista, organizador de remates de ganado y hasta confidente. De menor importancia era el boliche, sin presagiar su destino de lugar de diversión que tiene hasta hoy.

A fines del siglo XVIII la jurisdicción de Montevideo, notoriamente más grande que la actual, delimitada por el Río de la Plata al sur, el Arroyo Cufré al oeste, la Cuchilla Grande al norte y el Cerro Pan de Azúcar al este, contaba con 171 pulperías.

Los mercados también tuvieron su importancia en cuanto al abastecimiento de frutas y verduras. La primera discusión urbano-patrimonial-ambiental se dio en el período colonial por la instalación de puestos fijos para ese fin en el costado sur de la plaza Matriz, proyecto de Tomás Toribio, primer arquitecto que tuvo la ciudad. En esos años funcionó también el Mercado Chico o de Sostoa, cuya ubicación estaba en donde hay una manzana más pequeña en plena Ciudad Vieja; el Mercado Viejo, lugar en que se ubicaba la Ciudadela colonial, que estuvo operativo entre 1836 y 1877; el del Puerto, que abrió sus puertas en 1868, lejos del destino de centro turístico de hoy; el de la Abundancia, de 1859 en su primer edificio y 1909 el segundo en el mismo lugar; y el Mercado Agrícola, de 1914, antecesor del actual MAM.

Ya en la segunda mitad del siglo XIX el desarrollo de nuevas formas de trabajo rural expulsa a muchos trabajadores del campo, generándose un éxodo a las ciudades. Nacen allí los "almacenes de ramos generales", continuadores de las pulperías, aunque sin su componente integrador. En Montevideo y algunas ciudades surge, a impulso de la inmigración española, italiana y suiza, el "almacén y bar", encontrando en el mismo local el abastecimiento, el esparcimiento y la socialización, los que se nuclean en el Centro de Almaceneros Minoristas Baristas y Afines del Uruguay (CAMBADU) en 1892.

Ya en la primera mitad del siglo XX la venta ambulante se desarrolla a partir de la inmigración judía, que incorpora un elemento fundamental que es el pago en cuotas o a plazo, en donde la confianza jugaba un papel fundamental. Los llamados "klapers", en alusión al aplauso que realizaban en la puerta de las viviendas, o también llamados "cuenteniks", expresión proveniente del yiddish, basada en la confianza entre vendedor y comprador. Muebles, medias, sábanas y otros artículos entonces casi inalcanzables para la incipiente clase media de esa época podían adquirirse pagando en una forma que anticipaba el crédito y las tarjetas actuales.

Tiempo de almacenes y grandes tiendas

Algunos de esos inmigrantes europeos llegados en las dos últimas décadas de la centuria decimonónica abrieron pequeños negocios que luego terminaron siendo grandes cadenas. Uno de los casos más notorios es el de Manuel Manzanares, un gallego llegado al país en la primera mitad de los años ´80, afincado en la Ciudad Vieja, y que se especializaría en la importación de café y aceite, que vendía como un producto de marca propia.

Con cuatro sucursales en 1927, pasaría a tener 32 en 1948 y 89 en 1980. El recuerdo de sus empleados correctamente vestidos con túnica, camisa y corbata y su venta de mostrador es una seña de identidad de aquel Montevideo de mediados del siglo XX.

El advenimiento del nuevo siglo trae como consecuencia el auge de las grandes tiendas por secciones, modelo importado del nuevo mundo. Introzzi, Caubarrere, La Madrileña, Angenscheidt, Soler, eran nombres conocidos en la sociedad capitalina, pero una fue la que dejó un legado más duradero: el London París.

Fundada por Pedro Casterés, empresario de origen francés, inicia sus actividades en marzo de 1908, en el edificio de la compañía de seguros británica Standard Life, en la esquina sureste de la Avenida 18 de Julio y Río Negro. Además del "alma mater" de la firma, el otro puntal era el gerente Juan Pedro Tapié.

La consigna de la firma era "el cliente siempre tiene la razón", destacándose por la venta directa, contado riguroso, devolución del importe si la mercadería no conformaba y la gran vedette que era la venta por catálogo, que se instrumenta en 1914, con ilustraciones del alemán Otto Koch. La publicación era enviada por correo a todo el país, y luego de realizado el pedido por parte del cliente, la mercadería se enviaba en general por ferrocarril, contando con la facilidad de la cercanía de la antigua Estación Central "José Artigas", siendo el pago contra entrega. Fue ni más ni menos- salvando las distancias -que un antecesor del actual comercio digital, en cuanto al método de comercialización.

El "London", como lo llamaban sus compradores, no realizaba descuentos ni tenía sucursales. La tienda por departamentos fue creciendo teniendo en su subsuelo menaje y bazar, planta baja (perfumería, joyería, hombres, óptica y fantasía), primer piso (zapatería), segundo piso (colegiales, bebés, niñas y confecciones para señoras y jovencitas), bonetería, blanco, tapicería y niños, totalizando siete niveles, con 20 secciones y 853 empleados en 1947, superando los 1100 en 1958, centenario de la tienda.

La crisis del Uruguay de los años ´60 arrastra a la firma, ya constituida en sociedad anónima, que empieza a tener problemas de carencia de liquidez y falta de crédito. Si bien sus estatutos no preveían la realización de liquidaciones, la situación lleva en julio de 1963 a realizar la llamada "La Multi", que duró 15 días, cuya campaña de difusión estuvo a cargo del publicista Carmelo Imperio. La cantidad de gente obligó a cortar el tránsito, mientras sonaban las ofertas en los parlantes en la voz del inolvidable Homero Rodríguez Tabeira.

Vinieron clientes de toda la región (Argentina, Chile, Brasil y Paraguay), y la noticia de la liquidación salió hasta en The New York Times, prestigioso periódico de la ciudad estadounidense. Sin embargo, el final inexorable no pudo evitarse, y en 1966 la firma cerró sus puertas, no sin haberse intentado sin éxito por parte de sus trabajadores organizar una cooperativa, lo que fue llevado adelante por un ya conocido dirigente sindical, José "Pepe" D´Elía.

El supermercadismo y las nuevas formas de venta

Desde Estados Unidos llegaban nuevas formas de comercio minorista, que sería el camino hacia la llegada de los primeros autoservicios. Ya en 1954 los hermanos Valdez importan las primeras heladeras abiertas y los carritos, para su cadena de locales en Paso Molino, Pocitos y la Ciudad Vieja, siendo Mario el pionero en la materia. La firma tenía como slogan "Granja Valdez, donde un peso rinde tres". La primera gran superficie que tuvo la ciudad fue el supermercado Disco de José Scoseria , entre Luis de la Torre y Francisco Vidal, inaugurado en enero de 1960.

Sobre todo en el centro de Montevideo empieza en los años ´50 y ´60 el desarrollo de las galerías, en su mayoría dedicadas al comercio vinculado a la vestimenta, las que entran en crisis hacia la década del ´80, con la decadencia de toda la zona.

También desde la potencia del norte llega la novedad de los "Shopping Center", cuya primera iniciativa fue la del "Montevideo Shopping", en el predio en donde había estado el Hospital de leprosos Fermín Ferreira, sobre Luis Alberto de Herrera, entre 26 de Marzo y Rivera, barrio conocido como La Mondiola, con la consignas publicitarias de ofrecer "Todo en un mismo lugar" y "donde comprar puede ser un placer", para lo que se construyó un edificio con la técnica de cerámica armada, siendo el ladrillo  primer protagonista, obra del ingeniero Eladio Dieste. También se argumentaba la seguridad para los clientes, con abundante vigilancia, aunque con menos lirismo que el viejo comercio de barrio que generaba confianza.

En 1994 se agregaron a la oferta de la nueva modalidad del paseo de compras shopping de Portones, el de Punta Carretas y el de Tres Cruces, este último junto a la flamante terminal de autobuses del mismo nombre. El Nuevo Centro nace en 2013 y el Plaza Italia en 2020.

El cambio de siglo y de milenio plantean la clásica pregunta acerca de si "todo tiempo pasado fue mejor". Los nuevos hábitos de consumo de los montevideanos se unen a la generalización de formas de pago como la tarjeta de crédito o débito, que ya existían, pero que parecen inclinar la balanza hacia al gran comercio, pese a que el almacén de barrio nunca morirá del todo, empujado por un romanticismo que no tiene tiempo.

 

ALEJANDRO GIMÉNEZ RODRÍGUEZ

Historiador, docente, comunicador,

asesor en la Dirección Nacional de Cultura del MEC

 

(Esta crónica es un adelanto de una nueva edición de "Breve historia de Montevideo", que se lanzará en 2024, con motivo de los actos de celebración de los 300 años del inicio del proceso de fundación de la capital uruguaya).


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2023-11-15T13:09:00