El lugar de la poesía: rescatando a Carlos Puchet

Lilián Hirigoyen

Carlos Puchet Castellanos nació en Uruguay el 7 de agosto de 1926. Vivió su infancia y adolescencia en la casa natal contigua a la estación de ferrocarriles de Durazno. 

Contenido de la edición 12.11.2020

Carlos Puchet Castellanos nació en Uruguay el 7 de agosto de 1926. Vivió su infancia y adolescencia en la casa natal contigua a la estación de ferrocarriles de Durazno. Estudió derecho y filosofía en Montevideo. Escribió poesía desde joven. Se relacionó con el grupo que editaba la revista Asir y con la Agrupación de Intelectuales, Artistas, Periodistas y Escritores. Trabajó, primero como locutor de noticias en radio, y desde los 23 años en el Poder Judicial. Se casó con María Emilia Anyul en 1951, con quien tuvo tres hijos: Martín, Clara y Ana.

En 1964 ganó el premio "Enrique Amorim" de la Asociación Uruguaya de Escritores, publicando el libro Poesías. En 1965 obtuvo el 2º premio del Concurso Municipal de Poesía Inédita de Montevideo con Réquiem para un adolescente, publicado ese año. En 1967 ganó de forma compartida el 1er. premio del Concurso de Poesía X Aniversario de la Revista de los viernes del diario El Popular con Luna 67. Primeras imágenes retrasmitidas. En 1968 el 1er. premio del Concurso Municipal de Poesía Inédita y en 1972 el premio "Susana Soca" de la Universidad de la República, estos dos últimos con Tabla de los elementos.

Puchet con su esposa María Emilia

 

Paralelamente desarrolló una actividad política muy intensa. Fue director responsable del diario Última Hora. El 27 de junio de 1973  -día del golpe de Estado- Carlos escribió en la contratapa del diario una nota dedicada a la figura de Paco Espínola, fallecido el día anterior. La dictadura clausuró el diario en agosto de 1973. En 1975 pide asilo en la embajada de México y en noviembre de ese año arribaría a la capital de dicho país.

En 1976 estuvo entre los fundadores de la Federación Latinoamericana de Periodistas y lo eligieron como uno de sus vice - presidentes. En los años del exilio participó en las acciones de solidaridad con su pueblo, en las gestiones ante el gobierno mexicano para que se concediera protección a los exiliados uruguayos en Buenos Aires y también en la concertación con los partidos políticos mexicanos y latinoamericanos contra las dictaduras. Desde 1977 se desempeñó como corrector de estilo y traductor en el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos.

En 1985 le restituyeron sus derechos e hizo efectivo su retiro como funcionario del Poder Judicial uruguayo. En 2003 muere su esposa. Ese mismo año publica en Montevideo el libro titulado Poesía, que reúne exclusivamente su obra ya editada o premiada. Nunca regresó a Uruguay ni se nacionalizó mexicano. Murió el 15 de noviembre de 2012.

Su poesía, intensa, mayormente oscura, donde la luz, cuando aparece, solo sirve para contrastar aún más su carencia, es de una solidez a toda prueba.

El tiempo, siempre presente, o mejor dicho su paso implacable, tópico al que retorna casi obsesivamente ya sea con imágenes directas o con metáforas, junto con el silencio, otra carga que persiste o se intuye a pesar de la palabra, rondan su corpus poético como aves agoreras que presagian el desenlace.

Su lenguaje lúcido y a la vez elaborado y su concepción personal de la poesía quedan finamente retratados en este pequeño párrafo, extraído de una carta de su hijo, Martín:

"Cuando editamos el libro que reúne parte de su obra reaprendí algunas cosas sobre poesía que le había escuchado muchas veces. Un poema antes que nada debe sonar. Siempre dijo: no hay poesía sin oído. La poesía sólo viene de la poesía. No se escribe desde los sentimientos menos desde las emociones. Tampoco se hace poesía con razones. Solo con versos que están en poemas de otros, que resuenan en uno y se transforman en los tuyos. Sin oído y sin leer poemas de todo tiempo y lugar no hay poesía."

Hoy presentamos aquí una pequeña selección extraída de su libro Poesía, que como dijimos, contiene su obra editada o premiada.

De La poesía explora alguna vez, este poema que a su vez integró el poemario Tabla de elementos, doblemente premiado en nuestro país.

Nocturno

Afuera ocurren cosas

la muerte de Juan Gris

la primera muchacha con órbitas reales

los primeros ojos

la presencia del mar

los periódicos devueltos a la función

de despedir sin vuelta las imitaciones de las cosas

los encuentros casuales en la calle

Eluard

la servidumbre en fuga

los modelos

los argumentos

la sobrehumana luz sobre este lado

sobre la cueva donde la muerte cava interminable.

 

 De Cinta magnetofónica

crepúsculo asidero de tantos techos juntos

rebotando de ventana en ventana

poniendo un sol de julio transparente

en la empinada calle

y al fondo llaga triste miserable

de la noche

venidera de perfil

vidriada

no tan lejos que

no se oiga el sonido del frío:

del abanico del día cerrado

inmóvil

sobre el regazo estéril

de una esquina.

 

De Réquiem para un adolescente

O antes de un invierno o antes

donde desde niño donde quinta

y caballo y pinos y perro

y una taza de leche y el pan

donde desde entonces oigo

más ciego cada día

la respiración de las cosas

los dormitorios vacíos

los nudos de cada voz

y la transitoria noche despoblada.

 

De Arqueología personal

terapia interminable

 

se acumulan nubes

se vuelven metálicas las tardes

se tornan solo grito

solo repetido inmóvil sonido de navaja

y un pájaro va y viene

y aletea

y golpea de qué modo

contra ese cielo azogue de esa hora

se acumulan nubes

se va a romper el aire

y busco el sueño

la línea paralela de la fuga

el tabaco el amor la borrachera

se acumulan nubes

y simplemente escribo.

Ciudad de México

a Fernando del Paso

Vi la cinacina mortuoria

Vi terrazas

Vi hileras de un jugo agridulce

Vi paredes roídas

Vi jarros para celebrar festivales de los primeros niños americanos

Vi tenazas y cuchillos

Vi moribundos

petróleo torres automóviles

vericuetos leyendas

avenidas recuerdos pistoleros

Vi mujeres

Vi hombres

Me vi eterno, olvidado, unido enjambre, enorme, pasajero, sometido,

fruto inútil voraz, desconocido, amigo infrecuente dilapidado,

terreno, hablante, vigilante, perdurante,

Me vi

           latinoamericano

enero 4/1968

[Carlos Puchet escribió este poema luego de leer José Trigo de del Paso]

 

Despedida

Adios silencio

Adios tantos días

Adios quedarme mudo

Adios tus labios Emilia

Adios tu pelo Clara y tu estatura

Ana tus ojos

Martín tu mirada y tu hombría

Adios

Todo nos une

el nombre de los muertos

el nombre de los hermanos

el nombre de los hijos de cada hijo

nuestro.-

noviembre 23/1975

[Carlos Puchet escribió este poema todavía asilado en la Embajada de México en Montevideo cuando era inminente su partida.]

 

 

LILIÁN HIRIGOYEN

Escritora, jurado en el área Letras del Premio Morosoli,

expresidenta de la Casa de los Escritores del Uruguay.

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2020-11-12T00:00:00