Emilio Reus: un arquetipo de financista en el Uruguay

Alejandro Giménez Rodríguez

 "Viejo barrio de mi sueño

el de las casitas iguales

como a vos los vendavales

a mi me azotó el dolor"

Contenido de la edición 24.06.2021

 

Roberto Fugazot, uruguayo, compuso la música de un tango al que llamó con el nombre de su querido Barrio Reus. El argentino Alfredo Navarrine le puso letra, rebautizándolo como "Barrio Reo", que fue grabado por Carlos Gardel en 1927.

A 130 años de su muerte, el Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI), ubicado en 25 de Mayo entre Colón y Pérez Castellano, homenajeó a Emilio Reus, introductor del capitalismo financiero en el Uruguay, con una exposición de vestimenta y vajilla de fines del siglo XIX en sus ventanas exteriores, para ser vista desde la vereda, adaptada a estos tiempos de pandemia, en un edificio encomendado por el mítico financista.

 

El hombre ...

Nacido en Madrid el 8 de noviembre de 1858, Emilio Reus y Bahamonde, sin parentezco con el generalísimo Francisco Franco y Bahamonde (que vino al mundo en 1892, al año siguiente de la muerte del empresario), se vio influido en su vocación por su padre José, periodista, profesor de derecho y político.

También interesado por la filosofía, escribe su primer libro sobre esta temática con 18 años, es electo diputado de las Cortes de su país con 23 y estrena su primera obra de teatro como dramaturgo con 24, en lo que fue una carrera meteórica.

Las concepciones del pensador alemán Karl Krause en cuanto a la fe en el progreso y en el bien común, la admiración por la Ilustración y el sentimiento anticatólico, que también pesaron en la conformación ideológica de José Batlle y Ordóñez, guiaron su acción, así como también el acercamiento a la masonería, en la que se inició con solo 18 años, siguiendo los pasos de su progenitor.

Pero la actividad financiera le trajo serios problemas económicos, dado que era frecuente su especulación con acciones en la bolsa de valores. Buscando una solución a esa situación es que llegó al Río de la Plata en enero de 1886, quizás sin saber que su presencia dejaría una marca en la historia de este rincón del mundo.

... Y su época

El Uruguay salía del período militarista y vivía una transición al civilismo, gobernado por el general Máximo Tajes. Tenía 650.000 habitantes, de los que la tercera parte vivía en la capital del país, y su estabilidad política y económica era una tentación para atraer la inversión extranjera, impulsada por su espíritu de progreso y desarrollo. Bancos, trenes e industrias parecían ser las opciones más lucrativas.

Reus venía de fundar el Banco Español del Río de la Plata en Buenos Aires, y consideró fundamental impulsar aquí la actividad financiera, presentando al gobierno uruguayo una propuesta de Banco Nacional, de emisión, comercial e hipotecario, primero en su género en el país.

La investigadora Susana Monreal sostiene que el empresario madrileño estaba "obsesionado por la idea del éxito y del progreso moral y material de la sociedad", siendo su acción "un motor de los cambios económicos que el país vivía".

Su segundo gran proyecto fue la Compañía Nacional de Crédito y Obras Públicas, encarando algunas iniciativas como un balneario en Playa Ramírez, una colonia agrícola en Paysandú y yacimientos de plomo en Minas. También una empresa de transporte en barco de granos desde Paysandú a Buenos Aires, la exportación de tasajo a Cuba y la compra de embarcaciones para carga y descarga en el puerto de Montevideo.

En 1888 Reus contribuyó a la creación de la Cámara de Comercio Española en el Uruguay, de la que fue su primer presidente, y al año siguiente fundó el Banco Transatlántico, además de llevar adelante inversiones en Paraguay y Argentina.

En carpeta quedaron proyectos adelantados en su tiempo, como un tren aéreo que cruzaba la bahía de Montevideo, la división de la ciudad con un brazo de mar como el Canal de Suez (inaugurado 20 años antes) y hasta alguno utópico, como el traslado del Teatro Solís sobre ruedas (¡!).

Barrios y edificios que dejan un sello en la ciudad

Pero lo que más perduró en la historia montevideana fue la creación de barrios y de grandes edificios. El país vivía una tercera oleada inmigratoria, lo que provoca la necesidad de viviendas populares, en una ciudad que había comenzando sus obras de saneamiento en 1856, las de aguas corrientes en 1871, y que veía en ese fin de siglo llegar la luz eléctrica y los teléfonos.

Construcción del Barrio Reus al Norte en 1888

Así en las cercanías del actual Parque Rodó construyó el Barrio Reus al Sur, devenido en una zona ligada al candombe y las tradiciones afrodescendientes; y el Reus al Norte, luego conocido como Villa Muñoz y popularmente como "de los judíos", por la gran cantidad de comercios que hasta hoy tiene de propietarios de ese origen, constituyendo 531 viviendas distribuídas en 18 manzanas, que emplearon a 2.000 obreros, agotándose el stock de ladrillos en la ciudad y aledaños.

En la cercanía del puerto llevó a cabo en 1888 el Hotel Nacional, obra del arquitecto José Tosi, que fuera Facultad de Matemáticas y de Humanidades y que actualmente espera su restauración; el establecimiento balneario que instaló al lado de este hotel en sociedad con el militar argentino Carlos Gaudencio, que tenía un complejo de piletas de agua caliente y fría, con escalinatas de mármol y hasta peluquería y restaurante, y que funcionó hasta 1908; y el actual edificio del MAPI, en donde funcionaría un nunca concretado establecimiento médico hidro-termo-terápico, que formaría un complejo con los otras dos construcciones recién citadas.

Pero la que la historia recuerda como "Época de Reus", tal su influencia, terminaría abruptamente. La crisis financiera iniciada en Londres, centro económico mundial de esa época, por la quiebra de la Casa Baring Brothers  en 1890, afectaría la salud de aquel joven empresario, que otra vez había caído en bancarrota. Afectado de una dolencia cardíaca, dejó de existir el 7 de mayo de 1891 con solo 32 años. Su viuda y su hija debieron apelar a la bondad de un torero español que trabajaba por aquí en esos años, que se hizo cargo de la vuelta de ambas al continente europeo.

Su legado fue la aparición de un modelo de empresario audaz, no el vulgar especulador. Su imaginación fecunda fue perseverante, pero al mismo tiempo fue un mal administrador. El Banco Nacional, de efímera existencia, fue base para la creación del Banco Hipotecario en 1892, a partir de su sección hipotecaria; y del Banco de la República Oriental del Uruguay en 1896, concretándose el nacimiento de una institución bancaria nacional.

El Banco Nacional, antecedente de lo que luego fue el Banco República

La Montevideo que entraba en la "belle epoque" y que se encaminaba a ser la capital del país modelo que luego impulsaría el batllismo, quedaría marcada para siempre por un empresario que en solo un lustro de trabajo en estas tierras dejó su sello para la eternidad.

La actual subsecretaria del Ministerio de Educación y Cultura, historiadora Ana Ribeiro, afirma que el de Reus no fue un capitalismo mercantilista, sino uno "más apegado a la especulación financiera, de crecimiento constante y de espacio para iniciativas individuales", vislumbrando al Estado como un "gran y dinámico agente de inversión de capitales".

Si bien no fue el primer financista en nuestra comarca -ya en 1856 el brasileño Irineo Evangelista de Souza, más conocido como el Barón de Mauá, había impulsado la fundación de la primera institución bancaria del país-, la presencia de Emilio Reus significó la afirmación de una modernización económica tan necesaria para el ingreso del Uruguay al siglo XX.

ALEJANDRO GIMÉNEZ RODRÍGUEZ

Historiador, docente, comunicador,

asesor en la Dirección Nacional de Cultura del MEC

 

Imagen de portada: Baños y Hotel Nacional


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2021-06-24T00:23:00