Julio “Pata” Eizmendi: carnaval uruguayo en el objetivo de la cámara

Annabella Balduvino

Contenido de la edición 02.03.2024

 

Se viene desarrollando en la Academia Presidencial de Moscú una exposición sobre el carnaval uruguayo de Julio "Pata" Eizmendi, y me removió algunos sentimientos.

El primero, la alegría de que otro/a fotógrafo/a formado en Aquelarre esté haciendo buenos trabajos y exponiendo en el exterior. El otro, es que el arte, en cualquiera de sus manifestaciones, traspasa fronteras, trasciende gobiernos, nos muestra el mundo, nos enseña, nos cuestiona.

El carnaval uruguayo tiene varias propuestas: murgas, lubolos, humoristas, parodistas, revistas, y poco a poco van entrando las escuelas de samba.

Si me preguntan lo que más me gusta, son las murgas; a mi padre el candombe, pero creo que era por Rosa Luna.

Lo cierto es que a partir de esta exposición del "Pata" y de otros trabajos hechos por colegas y estudiantes me puse a pensar sobre la importancia del candombe en nuestra cultura.

El candombe es una fusión de diferentes danzas africanas que fueron traídas por los esclavos que llegaban al puerto de Montevideo. Sin duda, esa mezcla maravillosa que lograron, fue una forma de resistencia a las condiciones que tuvieron que vivir, una manera de resguardar en la memoria sus orígenes y, sin duda, una forma de sobrevivencia.

Con el paso del tiempo, el candombe traspasó lo racial y dejó de ser cosa de "negros" para ser parte muy importante de nuestra cultura.

Es maravilloso ver en una comparsa la diversidad. Cuando en una esquina del barrio se juntan unos tambores se van sumando a su alrededor la gurisada, las abuelas con los nietos, familias enteras, negros, blancos, cubanos, colombianos, peruanos, ateos, creyentes, agnósticos y empiezan a "desfilar", tres, cuatro, cinco cuadras de alegría y unidad, sin gritos, sin peleas, todos iguales, sonrisa y baile. El barrio respondiendo a la llamada de una cuerda de tambores.

En el año 2009 el candombe fue declarado patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO, pero desde muchísimo tiempo atrás venía siendo incorporado por artistas nacionales al jazz, al rock, a la literatura, a la pintura, a la escultura, a la fotografía, al cine y para completar su importancia en nuestra cultura, según Zitarrosa y otros estudiosos, el tango es hijo de la milonga y la milonga del candombe.

Hoy, de la mano de las fotografías de Julio "Pata" Eizmendi, el carnaval uruguayo, los tablados, los desfiles, las llamadas, están siendo conocidos en Rusia y es importante, porque comprendernos entre los pueblos implica saber de nuestras culturas y, más allá de los acuerdos o desacuerdos con los gobiernos de turno, es una forma importante de aportar a la paz y contribuir a la ¿utopía? de la convivencia pacífica y al respeto por el otro/a. Eso es, o debería ser, una más de las funciones del arte.

 

ANNABELLA BALDUVINO

Fotógrafa, artista visual, directora de Aquelarre Escuela de Fotografía

 

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2024-03-02T11:09:00