La mirada con el pensamiento – Poesía de Circe Maia

Pablo Silva Olazábal

Italo Calvino sostuvo que Borges desarrolló una obra -un programa- que ya estaba potencialmente en nuestra lengua y con ello dio "un mundo a imagen y semejanza de los espacios del intelecto" escrito con ese estilo conciso y concreto, casi físico, que proviene del inglés. 

Contenido de la edición 20.05.2021

 

Se podría decir que Circe Maia (Montevideo, 1932) ha realizado en nuestro idioma una obra que, por su carácter cotidiano y filosófico, presenta muchas afinidades con la lograda por la polaca Wislawa Szymborska.

Su poesía no es torrencial ni hermética ni ostensiblemente dramática, sino más bien elusiva y confidencial, casi prosaica, y muchos de sus poemas se pueden leer -y sentir- como una suerte de comentario realizado en voz baja para iluminar lo que no se menciona. Tal vez su trabajo como traductora del inglés (ha traducido a Shakespeare y a contemporáneos como Robin Fulton o Charles Tomlinson) y del griego (Kavafis, entre otros) la vinculan a modalidades no demasiado transitadas. Para el poeta Jordi Doce, uno de los mayores especialistas españoles en su obra[1], su talante poético es más afín al mundo anglosajón que al hispano.

Resultaría tentador describir su estilo por lo que no es; jamás establece verdades tajantes y la prudencia parece guiar su decir. Según el crítico Luis Bravo se trata de una poesía nutrida en la reflexión que dialoga con la vida misma. Este pensar sensible, de fraseo filosófico, es accesible para todos, aunque también se nutra de libros y de clásicos. Su primer poemario, "En el tiempo" (1958), lleva un epígrafe de Antonio Machado que anuncia que la poesía no es mármol duro y eterno "sino palabra en el tiempo".

Esta conciencia de que estamos hechos de tiempo atraviesa toda su obra y también su vida. A los 19 años falleció su madre; a los 40 los militares irrumpieron de madrugada para arrestar a su esposo, que fue encarcelado por dos años mientras ella era destituida de su cargo como profesora de Filosofía en la Enseñanza Media. En 1983 la tragedia volvió a marcarla: perdió a uno de sus hijos en un accidente de tránsito.

Al escribir sobre un poeta griego contemporáneo Circe Maia afirma: "posee un finísimo sentido de la presencia del pasado en las cosas presentes y algunas veces una necesidad de cortar esos lazos, esa dependencia."[2] Esta aguda conciencia del pasado y de la fugacidad del tiempo también le cabe a su poesía y se expresa a través de situaciones cotidianas que son recreadas a través de detalles acústicos y visuales. A modo de ejemplo, en el poema "Regreso" una madre entra a la habitación de sus hijos para limpiarla y tiene una revelación:

Regreso

Estábamos tan acostumbrados

al ruido de los niños,

-gritos, cantos, peleas-

que este brusco silencio, de pronto...

Nada grave. Salieron.

Sin embargo

en pocos años será lo mismo

y no nos sentaremos a esperarlos.

Habrán salido de verdad.

Se saldrán del correr en escaleras.

¡No corran, niños! De sus cantos gritados

de su empujarse y su reír, habrán salido.

 

Volverán sólo en ráfagas-recuerdos,

en fotos alineadas.

Tiempo de mamaderas y pañales.

Tiempo de túnicas y de carteras.

Tiempo quedado atrás de alguna puerta

que no será posible abrir. Habrán salido.

 

Por eso toco y miro, como de gran distancia

este cuarto en silencio

con juguetes tirados por el piso

con camas destendidas.

 

Me siento regresando.

Como quien ya se iba y da vuelta.

Como alguien que olvidó despedirse.

Desde afuera, de lejos, he regresado

a la resbaladiza sustancia de la vida.

 

del libro "El puente" (1970)

 

La carnalidad de las palabras

En Uruguay su obra ha ganado todos los premios posibles y algunos, como el Premio Nacional de Poesía, hasta dos veces. Su poesía ha sido musicalizada por cantores de la talla de Héctor Numa Moraes y Daniel Viglietti; incluso uno de los grupos más influyentes de la música popular bajo la dictadura tomó su nombre de un poema suyo, "Los que iban cantando". Ha sido publicada en Suecia, Inglaterra, Estados Unidos y Argentina. En el 2018 aparecieron en España dos antologías: la de Jordi Doce en editorial Pre-Textos y en Visor de Poesía, prologada por el poeta uruguayo Diego Techeira.

Su personalidad está en las antípodas de la escritora consagrada; tiene una gran conciencia del peso de la palabra y de la fragilidad de la expresión humana. Sabe que nada es para siempre, que realidad y lenguaje son cambiantes y que todo está atravesado por una dualidad no dicotómica que tal vez remita a la naturaleza del signo, o tal vez a dimensiones ocultas de la vida. Frente al límite metafísico su poesía calla, o mejor dicho, alude en silencio. Al final de un artículo sobre la infinitud del universo se pregunta: "¿Queda algún eco, en nuestra época, de estos terrores? Hay un tácito acuerdo, según parece, de no plantearse ya temas tan vastos como los del Ser, la Nada, el Infinito... "De aquello de lo que no se puede hablar, más vale callar" dice Wittgenstein. Callemos, entonces." [3]

Roberto Appratto ha dicho que su poesía es "discreta", en el doble sentido de cautela y de sensatez. (Circe tiene sentido del humor: cuando oyó la columna en La Máquina de Pensar me comentó: "dile a Roberto que en el liceo se dice 'discreta actuación' a un alumno que no destaca").

Y es que al igual que otra profesora de Filosofía, la cuentista argentina Hebe Uhart, Circe Maia siente aversión ante cualquier intento teorizante de la literatura. Huye de categorías, esquemas o tendencias; su pensamiento poético discurre por carriles que no se basan en oposiciones. Una vez, comentando un documental sobre Marguerite Yourcenar me escribió: "Viéndolo sentí que Marguerite sentía también el rechazo a los dogmas dualistas y al mismo tiempo la aceptación de las necesarias dualidades..."

En otro artículo sobre el viaje de las metáforas concluyó que "(...) en el proceso de la creación, la carnalidad de las palabras, su ritmo, su sonido están indisolublemente ligados a su sentido. El poeta no piensa por ideas sino por imágenes a la vez sonoras, visuales y conceptuales. Como este último elemento, el conceptual, no está aislado de los otros, no puede ser puesto en otras palabras, no puede ser "pasado" a la prosa. La poesía se alimenta de la poesía y genera poesía aun en otro idioma". [4]

La poesía de Circe Maia, de trámite pausado y dialogante y dirigida a lectores "no especializados" ha logrado unir, gracias a su profundidad, la mirada con el pensamiento.

 

Seis poemas de Circe Maia

 

Una horrible impresión

All floors are false

M.L

 

Peor que no poder volar ni remontarse

-sueño estéril del alma-

es la horrible impresión de no poder tenderse

ni apoyarse siquiera

                                    porque

                                                 cede.

 

"Dos voces" (1981)

 

 

Raras visitas

Puede ocurrir, -y a veces con frecuencia- que

uno se sienta como despellejado

sin la barrera de la piel, en contacto directo

en carne viva, a nervio desnudo

con el extraño ser de la belleza

 

¿Qué hacer? Es necesario

recibir al fugaz visitante

con cierto disimulo.

 

¿Qué diría la gente

si nos viera caer de rodillas -¡y dan ganas!-

por tres gotas de música

por un tono perfecto

por una línea pura?

 

 "Dos voces" (1981)

 

 

Reviviscencia

Pájaro raro, de vuelo lento

a doble ritmo: golpe de ala de sombra

golpe de ala luciente.

 

Días y noches enterrados sueltan

el polvo que los cubre.

Brillando están sus cielos.

 

De deshechos relojes, de quebradas agujas

            de sus esferas rotas

salta una hora entera, intacta... Mira:

una piedra, un cristal escondido, relumbra.

 

            Como un viento inaudible

mueve otra vez los álamos.

 

Por la abierta ventana

-¿estará ahora abierta?-

han penetrado insectos verdes y diminutos.

 

Quien tendía la mesa, pone otra vez los platos.

Ha desplegado un blanco mantel ante mis ojos.

Caen de él cenizas de tiempo, gotas frías.

 

Así vi arder la hora frente a mí. Ardía

sin quemarse, quemándome.

 

 "El Puente" (1970)

 

 

Sorpresa y uvas

                                                                                          "...Feliz en su soledad circular..."                                                                                                                 Parménides de Elea

 

 

Como empezaron a madurar las uvas

se ensombreció el parral

pero de pronto

se vio en la sombra brillar, casi incoloro

el cristal redondo de una uva sola:

una esfera translúcida.

 

Mañana va a empezar, irrevocablemente

el proceso seguro

de su oscurecimiento-azulamiento

pero ahora

este techo opaco rodeando el raro brillo

es centro de miradas

sorprendidas

risueñas...

 

La redondez perfecta las ignora.

Con su orgulloso brillo

la uva parece haber pisado

el primer escalón del mundo inteligible.

 

"De lo visible" (1998)

 

 

Velocidad creciente

Hay una

sensación de que los días pasan

a más velocidad y que no hay tiempo

de muchas despedidas.

 

Suena una voz, como de insecto,

por detrás de los días

y detrás de las noches

pequeño picotea, pero que no para

cuando quieres ver, los días se desmoronan

como si hubieran sido devorados por dentro.

 

(Las fauces invisibles

dan cada vez más veloces

dentelladas)

 

"Breve Sol" (2001)

 

 

Fines de agosto

A finales de agosto hay algo que estalla

en hojas pequeñísimas

La explosión silenciosa

tras verdes clarísimos

y hasta a veces en la punta de las hojas un tono

diferente, difícil de definir, brilloso.

 

¿Te molesta este tema tan manido?

No importa.

Ellas

-las hojas-

salen.

 

"Dualidades" (2014)

 

Datos de Circe Maia

Circe Maia (Montevideo, Uruguay, 1932). Premio Nacional de Poesía (1958 y 2001) y Medalla Delmira Agustini (2012). Realizó estudios de Filosofía y de Lenguas Modernas. Su interés por el griego actual es posterior, ya instalada nuevamente en Tacuarembó, donde dió clases de Filosofía y de Literatura Inglesa. Ha publicado traducciones de poetas griegos e ingleses en revistas uruguayas y extranjeras.  Sus libros de poesía son: En el tiempo (1958), Presencia diaria (1963), El puente (1970), Cambios, permanencias (1978), Dos voces (1981), Superficies (1990), De lo visible (1999), Breve sol (2001), Ayer un Eucalyptus (2001, obra traducida al inglés), Obra poética (2007, conjunto de su obra poética publicada hasta entonces), La pesadora de perlas (2013), Dualidades (2014). Sus libros en prosa son Destrucciones (1986) y Un viaje a Salto (1987). De este último libro existe una edición bilingüe, publicada por la  Swan Isle Press, de Chicago (2004), La casa de polvo sumeria: sobre lecturas y traducciones (2011). Existen dos antologías traducidas: la primera, publicada en la ciudad de Lund, Suecia,  poemas traducidos por  Orjan Axelson, y la segunda en una edición bilingüe editada en Londres, con poemas traducidos por Brian Cole. En 2013 publicó su traducción de los versos del poeta escocés Robin Fulton. En 2009 se incorporó a la Academia Nacional de Letras de Uruguay; en octubre de 2010, recibió el premio "Bartolomé Hidalgo" a la trayectoria que otorga la Cámara del Libro, y en octubre de 2015 recibió el Gran Premio Nacional a la Labor Intelectual, otorgado por el Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay. También en 2015 la Universidad de Pittsburgh publicó "The invisible bridge", antología de poemas suyos traducidos por Jesse Lee Kercheval.

 

PABLO SILVA OLAZÁBAL

Escritor, comunicador, director y conductor del

programa radial "La máquina de pensar"

 

Imagen: Circe Maia/Academia Nacional de Letras

 


[1] Jordi Doce es responsable de la selección y prólogo de la antología "Circe Maia. Múltiples paseos a un lugar desconocido" que salió por editorial Pre-Textos en octubre de 2018.

[2] La casa de polvo sumeria: sobre lecturas y traducciones (2011). "La vía indirecta" sobre Roys Papangelo.

[3] La casa de polvo sumeria: sobre lecturas y traducciones (2011) "Horrible y cautivante" Pág. 69

[4] La casa de polvo sumeria: sobre lecturas y traducciones (2011) "El viaje de las metáforas" Pág. 66

 

 

 

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2021-05-20T00:17:00