Contratapa

 

El jueves 20 de marzo se presentó el libro  "Historias descabelladas", un trabajo compuesto por cuarenta relatos, donde "mujeres pertenecientes a diferentes generaciones nos traen recuerdos, nos asombran, nos emocionan", al decir de la compiladora Cristina Lampariello.

A continuación, el relato de Karina Rodas (y la foto que lo acompaña).

Let it be

Karina (1975)

Desde muy pequeña me han gustado las cosas bellas y ordenadas; por lo mismo, siempre peiné y adorné mi cabello recogido en una coleta alta llena de trencitas y con cinta bebé de colores azul, rojo y blanco, como la bandera de los Treinta y Tres, mi bandera.

Arduo trabajo el de mi madre, que dedicaba un rato a disciplinar mi pelo. Él crecía hacia arriba ¡¡como panes fermentados!!

Pasé mi época escolar con la frente estiradita; hice honor a mi año de nacimiento, 1975, año de la Orientalidad.

Con el tiempo descubrí que no se puede domar por siempre a tu cabello, y que lindas de la tele, como Araceli González, lo usaban corto...

Así que lo corté y volvieron mis rulos, el lavado sencillo, el peinado rápido, la naturalidad.

Hoy a mis 48 años lo uso corto y sin teñir, lavado a diario, dejando que el blanco de mis canas prematuras gobiernen.

Mantengo con mi cabello un trato desapegado. Le dedico el mismo tiempo que lavarme los dientes. Lo cuido para que esté sano, como el resto de mí.

Encontré en esa relación sin reproches el equilibrio; en ese equilibrio, la verdadera belleza de lo natural.

 

Imagen de portada: Cristina Lampariello