POETOGRAFÍAS / Hijos – A Pablo

Lilián Hirigoyen / Daniel Feldman

Contenido de la edición 28.07.2025

 

vinculan el sentido y la emoción, la luz y la metáfora, el verso y la imagen. Unidas, la fotografía y la poesía, simbólicamente hermanadas, redescubren un universo mitológico e íntimo a la vez, descifrado solo a través de la lectura personal de quien lo observa.

 

Hijos - A Pablo


Cuando te veo sonreír es como si el amanecer volviera a mi vientre

la luna dispuesta sólo a ser blanca aparece

en la línea de tus ojos

-aunque son oscuros en nada la envidian-

te espero como al espejo de mi vida, aunque eres todo tuyo

y yo me enorgullezco.

Aquí nada alcanza el cielo sino tu altura

te escucho llegar como si fueras pájaro

-tú no necesitas jaula-

no hay agua más fresca que la que mana del río

-los vasos la corrompen-.

Cuando juegas con tus sueños, ellos comparten tu alegría.

Sabes que tienes en tus manos toda la fortuna

que necesitas

hoy sé que mi compañía no te basta -pasan los años

y mi espalda todavía no lo entiende-

pero tu camino se abre con la amplitud del horizonte

-puedo verte tan vasto-

y no importa el crepúsculo si llevas el sol en la frente

no te detengas

no puedes

tal vez un día quieras volver hasta mis ojos

mírame entonces

porque ahí estaré, escúchame porque sabré hablarte

-la lengua es tan poca cosa-

bésame más aun que ahora,

me estaré alejando

y ya nada dependerá de mí.

Pero no esperes, los pies descalzos no pueden agobiarte.

Ojalá cada piedra que descubras se vuelva pluma

y no te dañe -la piel puede ser tan frágil-.

Sigue que yo de aquí te sigo desde mi retina desde tu sombra

desde mí misma.

No me asusta la distancia si te llevo dentro

pero no te detengas.

 

Texto: Lilián Hirigoyen

Imagen: Daniel Feldman/Playa Ramírez, Montevideo, Uruguay


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2025-07-28T22:33:00