Pasaporte al cambio
Andrea Obregón
Contenido de la edición 09.04.2025
El jueves 20 de marzo se presentó el libro "Historias descabelladas", un trabajo compuesto por cuarenta relatos, donde "mujeres pertenecientes a diferentes generaciones nos traen recuerdos, nos asombran, nos emocionan", al decir de la compiladora Cristina Lampariello.
A continuación, compartimos el relato que forma parte del libro (y la foto que lo acompaña) de Andrea Obregón.
Pasaporte al cambio
(Andrea, 1973)
La relación que tengo con mi pelo siempre ha estado asociada a estados anímicos, necesidad de cambios o directamente transformaciones personales. Y esto ha sido una constante en mi vida, a través de los diferentes cortes, estilos o colores de pelo.
En este sentido hay dos recuerdos que me vienen claramente. El primero, cuando decidí cortarme el pelo entrando en la preadolescencia. Fue mi primera decisión consciente en cuanto a lo que yo quería hacer. Aquella niña quedaba atrás. Cortarme el pelo fue como un pasaporte al cambio. Un pasaje a un nuevo sentir. Pasé de tener el pelo largo, lacio y morocho, a un pelo corto con cresta al estilo punk.
El segundo recuerdo viene de unos meses antes de cumplir cincuenta años, luego de una difícil separación.
Decidí pelarme. Y cuando la peluquera iba pasando la máquina tenía la sensación de que no era solamente pelo lo que iba cayendo. Sentía que a través de esos mechones que terminaban en el suelo estaba renaciendo otra mujer. Esos mechones eran una parte de mi vida, algo que ya no iba a estar más. Observaba cómo se iban deslizando. Caída, pero también desprendimiento. Catarsis. Era despojarme de algo que ya no iba a regresar.
Ese pelo casi sacado desde la raíz ya era parte del pasado, dando lugar al nuevo pelo.
Con mi nuevo no pelo o mi nuevo poco pelo salí de la peluquería. Me subí a la bicicleta y sentí el aire fresco en la cabeza y en la cara.
Fue libertad, liviandad. Fue permitirme que circulara un nuevo aire que oxigenara las ideas.
Cortar para dar lugar al tiempo, y que volviera a crecer con más fuerza.
Cortar como podás un árbol para favorecer su crecimiento.
Para mí el pelo ha estado siempre asociado a situaciones de cambio, a la necesidad de un cambio: «Cortá, que el pelo vuelve a crecer».
Imagen de portada: Cristina Lampariello