Yo te saludo
Alejandro Vásquez Escalona
Contenido de la edición 03.09.2024
Ella está sentada en el piso del pasillo. Mantiene una postura desganada. Pero sensual. Comparte su descanso de entre clases con tres estudiantes más, un varón y dos chicas. Él se detiene frente al grupo. Expresa un "buenos días" insípido. Mira a la muchacha. Le pregunta: ¿Cómo está usted? Con la calidez de un docente que la conoce, aunque fugazmente.
Recuerda brumosamente a la chica. Como movido por un soplo de rendija del ventanal cercano, descabalga su saludo torpe. Intenta corregirlo. Qué tontería, esa pregunta no debería hacerla, es muy estúpida. La joven del cabello negro líquido, curiosea coquetamente. ¿Por qué piensa eso, profesor? El docente intenta satisfacer la duda medio simulada. A una mujer con refusiles de princesa Navajo sobre su cuerpo y el resplandor de la aurora boreal en sus ojos, no se le pregunta eso, posiblemente, deberíamos abordarla con un cómo se siente, cómo le va. Quizás con un solitario hola, bastaría. Y ella, pícaramente arisca, sostiene ah, la próxima tal vez le diré cómo me va. Él aclara con modestia suavecita que es tan intrascendente, tan poco guapo que podría saludarlo solamente con un simple cómo está. Una sonrisa traviesa de la muchacha, se cuela entre su blanca dentadura. Fluye sobre un halo de coquetería, una promesa de coito sin garantía como sostendría Milán Kundera, se esparce similar a una explosión que hace astillas amaneceres rutinarios. Habitaciones de casados con televisor incorporado, facturas de colegio, cenas en familia. Hipotecas por cancelar. Lo más seguro, cuando vuelva a encontrarlo es que le pregunte cómo se siente. Y sonríe, sabiéndose hermosa.
Él no mira nuevamente a los estudiantes que la acompañan, a las mujeres. Menos el rostro de la chica. Teme extraviarse en esos ojos, en esos labios. Se despide. Despotrica de las Nuevas Trovas: ´La cobardía es asunto de los hombres, no de los amantes...´. Lanza el recuerdo de esas canciones al cesto de basura. Reinicia su caminar interrumpido. Siente que flotase como en un sueño poco agradable. Oye los ruidos del pasillo como desencajados. Busca la luz intensa de la calle para sobrevivir. Para suicidar la mirada prohibida. Cremar los deseos, para no borrar a otra gente que lo ama.
ALEJANDRO VÁSQUEZ ESCALONA
(Venezuela, 1956). Fotógrafo, escritor, videoasta. Profesor de la
Escuela de Comunicación Social de La Universidad del Zulia (1987/2016).
Docente invitado a Aquelarre - Escuela de Fotografía. Montevideo (Uruguay-2021)
Imagen de portada: Alejandro Vásquez Escalona
Foto personal: Ivett García