Artur Lundkvist, el poeta viajero

Hebert Abimorad

Contenido de la edición 22.06.2023

 

Nils Artur Lundkvist nació en 1906 en Escania, y falleció en Solna, condado de Estocolmo, en el año 1991.

Fue un escritor, traductor y crítico literario sueco.

Miembro de la Academia Sueca desde 1968 hasta su muerte.

En 1936, Lundkvist se casó con María Wine, quien con el tiempo se convirtió en una importante poeta y su compañera en muchos viajes alrededor del mundo.

En su esfuerzo por renovar el lenguaje y crear un género literario que traspasara fronteras, su escritura se caracterizó por su inclinación con el modernismo, principalmente el surrealismo.

Además de poesía y relatos de viajes, escribió novelas históricas y cuentos. Lundkvist fue un gran introductor de la literatura internacional. Sus obras han sido traducidas a una treintena de idiomas.

A la edad de dieciséis años, en 1923, publicó su primer cuento en el periódico Smålänningen, y en los años siguientes siguió una serie de cuentos allí y en otros periódicos.

En 1926, Artur Lundkvist se mudó a Estocolmo. Allí entró en contacto, entre otros, con Harry Martinson, Erik Asklund, Josef Kjellgren, Ivar Lo-Johansson, Rudolf Värnlund, Karin Boye y Eyvind Johnson, todos escritores que intentaban hacerse un nombre o que ya empezaban a serlo.

Debutó en el género poético en 1928 con el poemario Glöd (Brasa) y al año siguiente participó en la antología Fem unga (Cinco jóvenes). Ambas obras fueron de gran importancia para el avance del modernismo literario en Suecia.

La poesía de Lundkvist inicialmente afirmaba fuertemente la vida, pero durante la década de 1930 adquirió un carácter cada vez más oscuro y pesimista. Durante este período, entre otras cosas, se publicaron las colecciones de poesía Nattens broar (Los puentes de la noche, 1936) y Sirensång (Canto de sirena,1937), influenciadas por el surrealismo. Los poemas en prosa apocalíptica de Eldtema (Temas de fuego 1939) tenían como trasfondo la época oscura.

Artur Lundkvist fue un poeta que cruzó constantemente los géneros, donde la poesía y la prosa se interfieren constantemente entre sí.

A lo largo de su activa vida como escritor tradujo, presentó y reseñó nuevos autores de España, América Latina, Sudáfrica y varios otros países. Muchos de estos autores han recibido más tarde, algunos probablemente por consejo suyo, el Premio Nobel de Literatura: William Faulkner, Miguel Ángel Asturias, Pablo Neruda, Claude Simon, Octavio Paz, Gabriel García Márquez, Patrick White, Nadine Gordimer, Mario Vargas Llosa, son algunos de los premios Nobel a quienes Lundkvist fue uno de los primeros en introducir en Suecia.

Lundkvist realizó muchos viajes, entre otros, a India, África, China, España y América del Sur. Todos sus viajes dieron como resultado obras literarias. A esto le siguieron viajes a Unión Soviética y China. Viajó por primera vez a América del Sur en 1946. El resultado fue el libro Vulkanisk kontinent (Continente volcánico, 1957) donde describe su viaje de medio año. El libro fue traducido a diez idiomas y llegó a varios cientos de miles de lectores. Dagens Nyheter, periódico sueco escribió: "Actualmente no tenemos a nadie en la literatura de viajes sueca que lo supere en términos de sensibilidad y empatía".

A pesar que fue impulsor de la llamada tercera posición, según la cual algunos intelectuales suecos se distanciaban de las exigencias de la Guerra Fría, para así posicionarse entre los dos bloques, participó activamente en la junta directiva de la Federación Suecia-RDA, leal al régimen y procomunista. También participó en el Comité Sueco de Paz, la sección sueca de la organización de fachada soviética, Consejo Mundial de la Paz. En 1950 fue nombrado vicepresidente del Consejo Mundial de la Paz y un par de años más tarde recibió el Premio Lenin de la Paz.

Lundkvist siempre fue un ferviente anticatólico, y debido a eso se negó repetidamente a los intentos de otorgar el Premio Nobel de Literatura al escritor católico Graham Greene. Su oposición contra Borges fue demoledora, debido a sus acercamientos a las dictaduras argentina y chilena, lo que a la postre resultaría decisivo para que el argentino se quedara sin el Nobel.

 

PARA MI AMOR

El minuto son sesenta pasos cortos y comienza de nuevo.

Sesenta pasos, sesenta pasos, hora tras hora

y día tras día.

Un prisionero que constantemente se libera y se escapa,

pero aún así siempre ahí.

 

Tienes tiempo para caminar una distancia prudente.

Tienes tiempo para beber un gran vaso de leche,

y respirar en el medio.

Tienes tiempo para leer media página y tal vez escribir

su nombre a continuación.

 

En un minuto. Se puede disparar un tiro, dar en el blanco y matar.

Un niño puede ser criado sin ningún rastro de descuido.

Una mina puede volver a derrumbarse y dos autos

chocar unos con otros.

En un minuto.

 

Un beso se puede alargar un minuto

sin perder su frescura.

Un minuto puede detener tu corazón

o drenar tu sangre.

La fórmula que destruye el mundo se puede escribir

en un minuto.

 

 

HEBERT ABIMORAD

Escritor uruguayo residente en Suecia

 

Imagen de portada: Scanpix


Archivo
2023-06-22T23:16:00