El estudio de las señales comunicativas animales

Gabriel Francescoli

Contenido de la edición 12.09.2022

 

Como decíamos en un artículo anterior, la biosemiótica nos pone a pensar en los procesos de desarrollo de los sistemas biológicos de señales y las capacidades comunicativas de las diferentes entidades biológicas que nos acompañan en este mundo.

También señalábamos antes que las características de los sistemas comunicativos y de señales de las diferentes especies van a depender en un grado importante de lo que se conoce como Umwelt de cada especie, o sea, el mundo sensorial en el que vive cada especie, que "limita" la forma de sensar el exterior de los individuos y, por ende, la forma de interpretar la "realidad" en la que viven esos animales.

Esto es importante, en el sentido de que para lograr interpretar qué comunican los animales y qué mensajes se envían entre ellos, debemos intentar ponernos en su lugar, o intentar entender cómo funcionan sus "mentes". Aquí surge el primer problema, ya que es muy difícil saber qué se siente ser otro animal; cuáles son sus percepciones, sus interpretaciones del mundo exterior, sus "sentimientos", e incluso ponernos de acuerdo sobre si todos los animales tienen una "mente", en el sentido humano de ese término, o si solo algunos pocos o ninguno la tienen, o siquiera si la mente humana es el único "modelo" de mente existente o solamente el único que podemos concebir de una manera más "fácil" (por experiencia propia).

Además, debemos tener en cuenta que ni siquiera estamos muy seguros de qué es la mente humana (pero esto daría para todo un artículo en sí mismo, o quizá más).

De todas formas, los biólogos o los que nos dedicamos a la biosemiótica, asumimos que podemos interpretar, al menos en parte, las señales que los animales utilizan y conocer los mensajes que se transmiten entre sí, o al menos intentar entenderlos desde nuestro punto de vista, por medio de la observación de interacciones, los experimentos y nuestro raciocinio.

Eso sí, tenemos que saber de antemano que nuestras interpretaciones fluctúan entre las muy certeras y el "despiste" total, y que las correlaciones entre lo que nosotros pensamos que son señales comunicativas y lo que en realidad influye en el comportamiento de los animales que están comunicando entre sí nos puede llevar a conclusiones totalmente erradas.

Por eso es importante ser cuidadoso y no pecar ni de optimista ni de pesimista en nuestras interpretaciones, deducciones y abducciones (en el sentido de Peirce). Una cosa que nos ayuda es que nosotros también somos animales (aunque a veces muy distintos de los que estudiamos) y que compartimos sensorios con muchos de ellos, aunque estos puedan trabajar de maneras disímiles y en "anchos de banda" diferentes.

En estos tipos de estudios, entonces, es muy importante tratar de comprender cómo cuando los animales intercambian información (si es que eso hacen, porque algunas teorías cuestionan este punto), esa información es transmitida y/o codificada en las señales comunicativas de los diferentes grupos animales.

Por ejemplo, si tratamos de comprender cómo ciertos animales transmiten información a través de señales acústicas, debemos tener en cuenta que esa información pueda estar codificada de muchas formas. La información puede estar codificada en la señal "completa"; en la secuencia de notas (o estructuras acústicas) cuyo ordenamiento cambia el significado de la vocalización; en notas a las que se agregan ciertos modificadores que cambian el sentido; en la estructura temporal de las señales; o en una combinación de las varias estrategias antes mencionadas.

Estos ejemplos de posibles arreglos codificantes o significativos no se limitan a las señales acústicas, sino que tiene sus "espejos" o procesos similares en otros tipos de canales de uso comunicativo, como las señales químicas, visuales, táctiles, eléctricas y las sísmicas.

Entonces, como el amable lector comprenderá, los científicos debemos lidiar con toda esta complejidad posible y desentrañar el funcionamiento de estas señales si queremos comprender los modos de comunicación de otras especies.

Muchas veces esto es difícil, otras, es más simple, dependiendo (como decía más arriba) con nuestra cercanía evolutiva y de sensorios con la especie en cuestión. Eso ocurre también en sentido contrario, ya             que hay numerosas especies que aprenden a comprender muchas de nuestras señales, o que comprenden algunas "intuitivamente", ya que son ancestrales con respecto a nuestros orígenes -aunque a veces una interpretación "directa" de nuestra parte, basada en ese parentesco y en la similaridad, puede llevar a interpretaciones erróneas-.

Esto es patente en el ya famoso ejemplo de la "sonrisa" del chimpancé, que ya ha aparecido en muchas películas y series de televisión donde se "humaniza" demasiado al primate, y que es un error, ya que esa "sonrisa" es un signo de estrés y agresividad, y no uno de alegría o buen humor, como en los humanos.

En este punto, el lector se preguntará qué certezas podemos tener los científicos sobre nuestras interpretaciones del significado de las señales de otros animales, y la respuesta es: pocas. Aunque esas certezas aumentan a medida que los estudios se profundizan, que el número de señales y situaciones estudiadas en detalle aumenta, y en la medida en que podemos tratar de contrastar nuestras interpretaciones en experimentos que buscan obtener reacciones de animales de la especie en cuestión a señales artificialmente producidas o modificadas, lo que nos permite entender si estamos dando en el clavo o no.

Todo esto, como se comprenderá, demanda una cierta metodología, un buen diseño experimental, mucho conocimiento de base sobre la especie que estudiamos, cierto grado de "empatía" (aunque no siempre es posible), decisión, y, por último, mucho tiempo.

Continuaremos en la próxima nota.

 

GABRIEL FRANCESCOLI

Doctor en Biología, encargado de la Sección Etología de la Facultad de Ciencias

 

(Las opiniones vertidas en esta nota son de exclusiva responsabilidad del autor y no comprometen a la institución en la que se desempeña)


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2022-09-12T12:41:00