La danza del invicto

Daniel Zayas Aguilera

Contenido de la edición 05.11.2022

 

Apenas los lectores abran el libro, escucharán el clap, clap, clap, anunciando que la pelea comienza. Este sonido funcionará como leitmotiv en la novela. Marcará el momento en que se reanuda la danza, la violenta danza del invicto, pero también evocará los disparos, las ráfagas de ametralladora descargadas sobre una multitud de hombres escogidos al azar. Marcellus Dundee es campeón mundial de peso pesado, ha permanecido invicto durante su carrera como boxeador. Esta vez, el lector podrá sumarse al bullicio mientras lo ve defender una vez más el título mundial.

Matías Mateus con cada nuevo libro muestra su destreza para mutar. Si se analizan sus últimas novelas publicadas se encontrará el erotismo explorado en esa noche interminable en un hotel de citas en el que se desarrolla Hotel Wite, 2017. En Otro retorno al vacío (Ediciones del Demiurgo, 2019), la historia está sentada sobre un argumento fantástico. La inmortal del siglo XX, (Intendencia de Montevideo, 2021) es una novela coral, casi un catálogo de situaciones en las que el ser humano es puesto ante la posibilidad de ejercer la violencia o padecerla. La danza del invicto, obra galardonada con el Premio Nacional de Literatura, 2021, nos llega de la mano de Fin de Siglo, editado de manera minuciosa, y hermosamente diseñado. En La danza del invicto, como en su anterior novela, Matías elige un evento deportivo. Antes fue una partida de ajedrez. Ahora es una pelea de boxeo que será narrada de forma lineal. De manera caótica, Marcellus Dundee irá redescubriendo y reconciliándose con su pasado. Para él es casi una terapia. Ante la imposibilidad de hablar, Marcellus escribe, ayudado por una lapicera y una libreta, sus apéndices. Pudiera tratarse de un largo monólogo interior, pero allí, en la cabeza de Marcellus, el silbido de las balas, el rastro de sangre y la ausencia de un palmo de tierra húmeda sobre el que honrar a los muertos, volverán una y otra vez, como pequeñas muertes. El subconsciente es un sitio hostil para Marcellus. Allí también libra otra pelea. Marcellus no es sometido por sus pensamientos. Cubrirse es lo mejor que un boxeador puede hacer durante la crisis. Marcellus lo sabe, por eso aguanta el caos de sus recuerdos y los espacios en blanco. Los deja reposar, coloca los golpes precisos, gana el centro del ring, que es lo mismo que el centro de su historia y nos entrega esta prosa clara y rápida.

En La danza del invicto, la única forma de restablecer cierto orden es a través de la violencia. La violencia es vehículo para llegar al bien, a Dios, es naturalizada y asumida como tradición.

Cuando la trama parece arrimarse hacia un desenlace demasiado visto, Matías enrarece el ambiente y redimensiona todo. Así afloran las sombras, las dudas, el absurdo de ganar cuando se está tan roto. El oro no brilla sobre el pecho o en los dedos de Marcellus Dundee. No hay lugar para el lujo, el amor, las celebraciones. Pareciera como si el protagonista de esta novela atravesara un estrecho y oscuro pasillo, en el que las paredes rozan sus hombros. Detrás de él, un pasado lleno de muerte, una isla, La Isla de la que escapó siendo un adolescente, un sitio inventado por Mateus pero con evidentes ecos del paramilitarismo, la corrupción y segregación tan vigentes en varios estados latinoamericanos. 

Detrás de Marcellus también hay preguntas, demasiadas preguntas: ¿Qué pasó con su tío? ¿Aún vive su madre? ¿Por qué el pirata abandonó el boxeo cuando tenía todo para ser el mejor? ¿Qué apagó la sonrisa de ese niño pecoso entre los muros de una iglesia? ¿Quién lo traicionó a Marcellus?  ¿Quién gana más con la derrota? ¿Cuál es la próxima línea que pide ser escrita? ¿Qué le pasó a su padre aquel día en que regresó a casa tan derrotado que parecía un cuerpo acostumbrado al vacío de la muerte? El pasillo se alarga, tuerce, desciende, le guía al infierno. Delante, un rival a batir. ¿Se detendrá la danza, la posibilidad de prolongar la gloria? La traición y el desprecio le muerden los costados a Marcellus Dundee. El clap, clap, clap se intensifica en su cabeza. Da igual si son balas, golpes de puño o palabras lo que vendrá sobre él. Lo importante es la danza.

 

DANIEL ZAYAS AGUILERA (Cuba, 1987)

Poeta, narrador y escritor para niños. Licenciado en Estudios Socioculturales. Tiene publicados los libros: Gaviotas en las aceras (Ediciones Sed de belleza, 2014); Viendo caer los pájaros (Ediciones Áncoras, 2015), La sombra de los almendros (Editorial Abril, 2016); Partos bajo tierra (Ediciones Loynaz, 2017), El amor de los gatos (Ediciones La Luz, 2018) y La edad de la insolencia (Sur Editores, 2019).

 

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2022-11-05T12:22:00