CALLE A CALLE MVD (*) – El cabeza de la Lista Forbes colonial

Daniel Feldman

Contenido de la edición 03.09.2024

 

Los millones de 2024 no son los mismos de la época de los albores de nuestra ciudad, pero siempre hubo quien encabezara el ranking de potentados.

Una rápida mirada a la lista Forbes de las personas más ricas del mundo nos muestra en el podio, con el número uno, a Bernard Arnault y familia, los dueños del emporio Louis Vuitton (LVMH), el mayor grupo de artículos de lujo, seguido por el sudafricano Elon Musk, dueño y señor de la red social X, de Tesla y de SpaceX, entre otras, y cerrando a Jeff Bezos, que según dicen, de un garage de Seattle hizo emerger al gigante Amazon.

Pero retrocedamos tres siglos y pico: "En doce de Junio de mil seiscientos y noventa y cinco años, yo D. Pedro de Azenenga y Zamudio, cura y beneficiado de esta dicha anteiglesia (la de Santa María de Lemona en el señorío de Bizcaya), certifico que bauticé en ella á un hijo de Francisco de Alzáibar y María de Arteta, su legítima mujer, vecinos de dicha anteiglesia [en el País vasco, el término anteiglesia refiere a iglesia parroquial, pueblo o distrito municipal]; abuelos paternos, Juan de Alzáibar y Mari de Artabe, naturales y vecinos de la anteiglesia de Lemona; maternos, Martín de Arteta suso y Marina de Enoñobarrera, naturales y vecinos de la anteiglesia de Galdácano; en cuya certificación firmé fecha ut supra".

Así comenzaba su transitar en la vida don Francisco de Alzáibar (o Alzáybar), homenajeado con una calle en la Ciudad Vieja de Montevideo, que desde la rambla Sur asciende cansinamente durante tres cuadras hasta la peatonal Sarandí, para verter su final en una corta y coqueta cuadra, si se quiere la más interesante, hasta la plaza Zabala, en la circunvalación Durango, de las que hablamos en nota anterior.

Don Francisco (cualquier similitud con algún personaje televisivo es una atroz coincidencia) ingresó durante su adolescencia en la Marina Real, donde alcanzó el grado de "capitán de mar y guerra", y en 1724, cuando contaba apenas 29 años fue convocado a la corte por el rey Felipe V (como si no hubieran pasado trescientos años, hoy recién tenemos un Felipe VI en la Zarzuela). ¿Motivo? El monarca tenía sus dudas respecto a que D. Bruno Mauricio de Zabala (o Zavala) pudiera llevar adelante la empresa de fundar Montevideo, como había sido instruido.

El rey temía que la carencia de medios impidiera que el gobernador del Plata mirara como debía hacia esta orilla, cosa que sería acelerada en su momento, como ya vimos en otro artículo por las acciones de Pedro Gronardo.

Lo que Felipe V concertó con Alzáibar fue el envío de pobladores canarios, en una especie de "joint venture" del siglo XVIII, o si se quiere para darle más exactitud en términos comerciales una "alianza estratégica", donde ambas partes -Casa Real y empresa- establecieron un acuerdo para operar de manera conjunta y así aumentar los "rendimientos" de cada una.

Felipe V ofrecía, según nos informa la Real Academia de Historia de España, fuerzas militares, el apoyo oficial para la constitución de un núcleo inmigrante y el armamento de los buques.

Alzáibar, propietario junto a un tal Cristóbal de Urquijo, de una empresa naviera, tomaba a su cargo la construcción de los barcos, la gestión para la partida de los inmigrantes y la jefatura de la expedición.

En términos marketineros modernos, una alianza "ganar - ganar".

Ni corto ni perezoso, nuestro prócer de hoy encargó a los astilleros ubicados en Londres la fabricación de cinco naves, que resultaron ser San Ignacio, San Bruno, San Francisco, San Martín y la única con nombre de mujer, Nuestra Señora de la Encina, de la que hablamos en el primer artículo de esta serie.

Alzáibar llegó a nuestras costas en el viaje de esta última, comandándola, y aquí se afincó, definiéndose a sí mismo en su testamento -autorizado el 22 de diciembre de 1768 por el escribano José Lenzano- como "fundador de Montevideo", atribuyéndose además el título de "marqués nombrado por el Rey nuestro señor, de la ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo".

Sin embargo, es dable destacar que del título de "marqués" nunca fue hallada prueba, algo bastante inusual, ya que de poseerlo hubiera sido lógico que su descendencia -sobrinos- lo hubieran reclamado.

Con respecto a su categoría de "fundador" de la ciudad, como decíamos previamente arribó a Montevideo recién en 1729, con la segunda tanda de pobladores canarios, y reafirmando esto, el Cabildo, en 1773, le negó esa calidad, expresando que se reconocía por tal a "Felipe Quinto el Animoso y en su Real nombre al Excmo. Sr. D. Bruno Mauricio de Zabala, gobernador y capitán general que fue de estas provincias".

De lo que sí parece haber constancia suficiente es respecto a su papel como principal financiador de la primera Iglesia Matriz.

En el padrón de habitantes de la ciudad correspondiente a 1751, don Alzáibar aparece como el de mayor fortuna, figurando entre sus propiedades "casa, almacén y sitio, una estanzuela, una estancia, ocho esclavos y 36.000 vacunos".

Falleció en 1775, soltero y sin hijos, y por testamento hereda sus campos Martín, el hermano mayor, quien siendo también soltero y sin hijos testa un mes antes de morir en 1780 en favor de su sobrina María Gabriela como heredera universal.

Cuando hacíamos referencia al comienzo al acuerdo alcanzado entre el monarca y Alzáibar, no aclaramos que el 12 de diciembre de 1724 Felipe V aprobó el asiento firmado con la "razón naviera" de Francisco de Alzáibar y Cristóbal de Urquijo. De este último no obtuvimos rastro alguno, ni apelando a los artilugios de la tienda que se ubica en una de las esquinas de la calle con el nombre de su socio, por lo que brindamos toda la gloria a quien encabezara la lista Forbes de nuestra incipiente urbe.

Y así, sin más, antes de abandonar los instantes fundantes, me detengo frente a una vidriera, donde una paseante posa su mirada en un viejo letrero que me hizo retroceder a mi infancia, cuando en más de una casa veía el consabido aviso de "lecciones de piano y solfeo".

 

DANIEL FELDMAN

Director de CONTRATAPA

 

(*) CALLE A CALLE MVD pretende acercarnos al por qué de los nombres de las vías públicas de la ciudad... y tal vez a otros desvaríos


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2024-09-03T17:28:00